Se trata de un edificio diseñado en 1892 por el arquitecto Julio Bravo Folch, uno de los profesionales de mayor prestigio que trabajó en Zaragoza en la transición del siglo XIX al XX. Este edificio de viviendas constituye uno de los escasos restos que se conservan de las construcciones levantadas en esa época.
El edificio está catalogado como bien de Interés Ambiental por sus características de estética eclecticista, fachada simétrica y jerarquizada y sus elementos ornamentales.
El proyecto de Azoque 60 supone la recuperación y puesta al día de un edificio de gran valor histórico para la ciudad, realizando una intervención respetuosa con su estilo, restaurando su fachada, conservando su sencillez ornamental y rescatando los elementos de mayor valor artístico.